Año y medio después de su confección, el borrador base aceptado en Loiola se ha situado ya en el centro del panorama político. El lehendakari lo ha convertido en eje de su propuesta a Zapatero, así como en perspectiva de medio plazo, mientras que, para el corto plazo, la agenda y el recorrido antes de las elecciones estarán marcados por las vicisitudes de la autorización o no por el Parlamento Vasco de una consulta sobre una pregunta concreta.
Acuerdo plural e interno
Desde el año pasado, algunos veníamos señalando el valor del borrador suscrito el 3l de octubre del 2006 por las fuerzas líderes de los ámbitos dispares del nacionalismo histórico, el socialismo y la izquierda abertzale: PNV, PSE-EE y Batasuna. Fue un preacuerdo transversal y en claves estratégicas de largo alcance entre fuerzas del país, y contaba además con el acuerdo y el aliento externo de Rodríguez Zapatero que, en la época, jugaba la carta de la paz. Su función y sus contenidos se dirigían a la normalización política y al diseño de futuro, con la consiguiente canalización de los temas principales.
Forjado desde la preparación discreta de Egiguren y Otegi como agentes principales (entre 2004-05 y sin tregua), el PNV se incorporó después, a su desarrollo ya en condiciones de tregua. El borrador iba a ir a misa. Solo estaba pendiente de ligeros flecos. Pero en noviembre del 2006 Batasuna quiso modificar algún punto sustancial y provocó el final de las reuniones. Cabe entender que la Izquierda Abertzale diga hoy que el publicado era solo uno de los borradores, o que el PSE-EE esté aquejado de amnesia sobre el ADN socialista en el documento, pero ello no quita un ápice del mérito de su esfuerzo compartido.
Aquel borrador hay que entenderlo como el documento base suscrito, interno, de carácter plural y transversal, de principios, de definición de marco, de metodología y de cronología de desarrollo más importante de nuestra reciente historia. Es un patrimonio inmaterial colectivo. Largamente muñido sobre el problema de fondo, solo espera para activarse a unas condiciones propicias que dependen exclusivamente de los actores y sus expectativas. Ese documento fue el catalizador de una herencia documental en base a Elkarri, Ahotsak, documento de Egino…. Tras su publicación en varios medios, no era leal hurtárselo al país.Su carácter abierto permitió una secuencia de propuestas para la coyuntura del 2006-2007 muy interesantes y que quedaron quebradas en Barajas: previsión de Conferencia de Paz en diciembre 2006; incorporación del PSN en enero 2007; mesa de todos los partidos….Su validez no depende de la coyuntura o de que haya tregua puesto que trata de principios y metodologías. En cambio, su desarrollo y forma de activación sí dependen, no de la coyuntura, sino de la voluntad y decisión de los agentes. Malo será que dependa de sus intereses. Y, sin embargo, puede ocurrir.
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