De un tiempo a esta parte, leo noticias acerca de la pretendida muerte de los blogs, particularmente a partir de un artículo de Paul Boutin en Wired titulado “Twitter, Flickr, Facebook Make Blogs Look So 2004“. Y dado que sobre blogs, a estas alturas, uno ya va teniendo una cierta opinión formada, me parece interesante comentarlo.
¿Han muerto los blogs? La afirmación me parece directamente una estupidez. ¿Están anticuados? Hoy los blogs están en todas partes, partes de su estructura han sido adoptadas por los medios convencionales, integran conglomerados mediáticos que multiplican por factores de diez y de veinte la audiencia de muchos medios clásicos, y sirven para expresar la opinión, los pensamientos y el día a día de millones de personas y organizaciones, así como para congregar la participación y el feedback en torno a ellos.
¿Han muerto los blogs? La afirmación me parece directamente una estupidez. ¿Están anticuados? Hoy los blogs están en todas partes, partes de su estructura han sido adoptadas por los medios convencionales, integran conglomerados mediáticos que multiplican por factores de diez y de veinte la audiencia de muchos medios clásicos, y sirven para expresar la opinión, los pensamientos y el día a día de millones de personas y organizaciones, así como para congregar la participación y el feedback en torno a ellos.
Hay blogs que mantienen el espíritu inicial, y también otros que lo enturbian con prácticas que, no por inevitables, tienen que gustarnos a todos, porque las reglas no las escribimos nosotros: lo hace, en el mejor de los casos, la mano invisible del mercado. Pensar que los blogs van a desaparecer es simplemente ridículo. Que haya alternativas a los blogs a la hora de crear una presencia en la web es algo bueno, que no hace sino reflejar la progresiva madurez de Internet y el papel creciente que la red juega en nuestras vidas.
El blog es, simplemente, una herramienta, que seguirá teniendo un papel preponderante cuando alguien pretenda crear una presencia en la red de un tipo determinado. En agregado, los blogs han cambiado la red, convirtiendola en algo edificado sobre las personas, donde cualquiera puede tener una voz, más discreta o más prominente en función del esfuerzo que quiera o pueda depositar en ello. Pero no son una obligación (faltaría más), ni una necesidad, ni una panacea, ni mucho menos compiten con otros géneros o herramientas, sino que más bien los complementan a la hora de establecer tu presencia en la red. Contestando de manera sencilla a Paul Boutin y a otros agoreros: tenemos blogs para rato.
Leer el artículo completo en el blog de Enrique Dans
2 comentarios:
Muy interesante la cuestión.
Precisamente ayer, mientras miraba a las musarañas me hacía yo una similar
La verdad es que tenemos que profundizar en la utilización de las nuevas tecnologias desde una perspectiva de izquierdas
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