martes, 10 de febrero de 2009

¿Por qué le llaman política cuando quieren decir delincuencia organizada?

Nadie niega que hay una lucha encarnizada entre dos grandes facciones del PP madrileño por la toma del poder. Eso es normal y, de hecho, pasa en todas las formaciones políticas. También es cierto que hay un "Checkpoint Charlie" que controla las dos caras de la frontera pepera: los partidarios de una derecha moderna y europea, y los extremistas descolocados de tiempo y lugar pero que tienen en su seno lo más florido del fascismo parlamentario españolista contemporáneo. Las movilizaciones a favor de los sectores más ultraconservadores de la iglesia católica, el movimiento contra el aborto y los preservativos, la sanidad cortijera, la lucha contra los matrimonios gays, la defensa de una educacion arcaica y acientífica, son las luces de posición que nos indican dónde esta y cual es la tendencia dominante en la derecha española.
Eso sí, otra cosa bien diferente es creernos que Alberto Ruiz Gallardón representa una posición de derecha moderada y centrada. Patrañas, las justas, por favor. Claro que al lado de Esperanza Aguirre, cualquiera puede salir guapo y centrado en la foto.
Pero el caso del espionaje de Madrid no es tanto de divergencias ideológicas ni de luchas de poder político, que también lo es. Es más bien de lucha mafiosa entre clanes que pelean por su territorio, su comisión y su ladrillo. No nos confundamos. ¿Por qué le llaman política cuando quieren decir delincuencia organizada?.
Reyes Montiel se estrena en este agregador rojo sin quitar el ojo a Esperanza Aguirre. Sigan el blog de esta parlamentaria que tiene calados a Mortadelo, a Filemona, al espía del quinto y a toda esa pandilla de pícaros de opereta, empecinados en meter sus manos en nuestros bolsillos.

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