jueves, 10 de abril de 2008

El futuro de Izquierda Unida

Miguel Salas
No hay salidas rápidas ni atajos que valgan. De nuevo hay que recomenzar desde abajo, tanto en la acumulación de fuerzas como en las reivindicaciones. La necesidad y validez de una experiencia como la de Izquierda Unida, incluso con todos sus errores y debilidades, se basa en el análisis de esta etapa de globalización capitalista. En la medida que no hay condiciones para un asalto revolucionario al poder capitalista se necesitan agrupamientos amplios que agrupen a la mayoría de las fuerzas a la izquierda de los socialistas y sus políticas social-liberales. Un agrupamiento abierto, democrático, movilizador, que se base en los objetivos que permitan el máximo de acuerdos, que recoja el sentir y las reivindicaciones de los movimientos sociales, obreros y democráticos.
A la pregunta ¿con qué programa, con qué propuestas podría regenerarse Izquierda Unida? El punto de partida puede ser perfectamente el defendido en la última campaña electoral: 1.000 euros de salario mínimo, una ley de 35 horas, renta básica de ciudadanía, medidas contra la precariedad, medidas contra las deslocalizaciones de empresas, la limitación de las ETT,s. Planes de obras públicas para combatir la crisis. Una fiscalidad justa y progresiva con mayor presión fiscal sobre rentas altas y plusvalías. Que paguen más los más ricos. Derecho universal a la vivienda y la promoción pública de alquiler. Garantizar por ley el derecho de las personas a una vivienda en alquiler a un precio que no supere el 30% de sus ingresos o el 20% en las rentas más modestas. Educación pública de calidad. Universalizar la educación infantil de 0 a 3 años. Una sanidad universal pública, eficaz y preventiva. Defensa de las libertades. Derogación de la Ley de Partidos. Derogación de la Ley de Extranjería. Un Estado federal republicano que ha de reconocer el carácter plurinacional, pluricultural y plurilingüístico del Estado y el derecho a decidir del País Vasco, Catalunya, etc. Plan de medidas contra el cambio climático. Aplicación Plan Kyoto. Moratoria nuclear.
¿Y qué organización necesitamos para volver a remontar el vuelo? Pues que sea democrática, que represente todas las tendencias y sensibilidades, que se ocupe de construir organización a ras de suelo, de revitalizar las agrupaciones de base, que ponga a los parlamentarios, estatales y autonómicos, a disposición de la gente que lucha, que la amplia red de concejales sirva para rehacer el tejido social y organizativo de izquierdas. Que sea participativa y federal, donde las decisiones sean la expresión no sólo de las mayorías sino también de las exigencias de la gente que se mueve y lucha.
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