Bárbara Areal es dirigente de la organización El Militante
En 1979 el PCE obtuvo 23 diputados en el parlamento al lograr el 10,8% de los votos en las elecciones generales. En aquel momento, el Partido esgrimía con orgullo su influencia preponderante en la dirección de CCOO y agrupaba en sus filas a miles de militantes. Junto a intelectuales de importante proyección pública, contaba con una nutrida afiliación obrera que daba vida y protagonismo político al Partido en barrios y fábricas. Eso era hace casi dos décadas. Hace un par de meses IU consiguió sólo un 3,8% de los votos emitidos, obteniendo un solo diputado por Madrid, puesto que Joan Herrera, miembro de ICV, pertenece a otra organización. Y, lo más importante, bajo este colapso electoral, se encuentra un PCE extraordinariamente debilitado por la pérdida de una parte fundamental de su militancia y de su pasada influencia en la lucha de clases.
Hay quienes consideran la debacle electoral como un posible punto de partida para resolver la situación crítica que enfrenta el Partido. Deducen de ello que una refundación de IU, partiendo de las bases programáticas de 1986, dará solución a buena parte de las dificultades. Desde nuestro punto de vista, los resultados catastróficos que cosechó IU deben ser estudiados bajo otra luz: una consecuencia de la crisis política e ideológica que el Partido Comunista viene arrastrando en las dos últimas décadas.
En un organismo vivo la fiebre es un síntoma que nos advierte de la presencia de una enfermedad, pero el factor clave para devolver la salud al paciente no estará en la administración de paracetamol, eso sólo aliviará la sintomatología, sino en detectar y tratar las causas últimas de la dolencia. La Comisión Permanente del PCE achaca la derrota electoral, en su mayor parte, a la falta de papel propio de IU y su seguidismo con respecto a las posiciones de Zapatero. Pero la dirección actual debería responder a la pregunta de por qué una coalición electoral cuyos organismos dirigentes han contado habitualmente con una abrumadora mayoría de afiliados al PCE ha desarrollado esta política.
Gracias a Rebelión. Se puede leer también aquí el artículo completo
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