“Discutimos, ¡vaya si discutimos!, pero por ahora el debate hasta la IX Asamblea Federal discurre por cauces civilizados”. Y eso hoy significa “nada que ver con el PP”. Que conste. Con todo lo exótico que eso pueda parecer en una cultura como la de Izquierda Unida, condenada a una infinita espiral de tensión interna. La afirmación, de labios de un señalado dirigente gasparista, la reproducen, uno tras otro, líderes de los distintos sectores.
Y hay tres. Tres bloques aquilatados en las últimas semanas y que, salvo sorpresas, son los que se medirán en la asamblea del 15 y 16 de noviembre, la que ungirá al heredero de Gaspar Llamazares.
Aunque la discusión interna no sume decibelios, se hacen cuentas. Todavía imperfectas, balbuceantes casi, a falta de que el día 30 se cierren los censos que las federaciones deberán enviar, ya depurados, a la comisión unitaria encargada de organizar el cónclave.
Entre un 15 y un 20% de los 800 delegados contará con la llave del poder. Son la bisagra necesaria. Nacieron para eso.
Cadena de manifiestos
El reagrupamiento de las distintas familias de IU después de la ruina del 9-M se aceleró tras la entrada en tromba de Julio Anguita. Su devastador análisis de la caída de la federación –“IU ha muerto”– apretó las filas del PCE y de sus federaciones fieles (Valencia y Andalucía) y aceleró la redacción de otros dos manifiestos.
De un lado, el de los nítidos gasparistas . Y de otro, el que ha sumado a los cargos menos ortodoxos de la ejecutiva, a la mayoría dirigente de Madrid, Aragón y Catalunya, y a la corriente trotskista Redes.
Ésta es la llamada tercera vía , el eje de la Nacional-II. La bisagra. Si los llamazaristas aglutinan a un 40-45% de IU, y el PCE a un porcentaje similar o algo inferior, el tercer sector, con Joan Josep Nuet y Ángel Pérez como cabezas visibles, se come ese 15-20%. Sólo con ellos será posible conformar una nueva mayoría estable, con un apoyo superior al 50% raspado de siempre.
¿Hacia dónde basculará la tercera vía? ¿Hacia los gasparistas o los peceros? “Ni con unos ni con otros”, señala uno de los promotores. “Queremos la paz interna, y nos negamos a hacer pinza de dos bandos contra uno. Somos la garantía de que no se repetirá la hostilidad bilateral, porque los gasparistas se cohesionan en la medida en que existe el PCE. Y a la inversa”. Otro líder del nuevo centro de IU prevé la convergencia, pero sólo “al final, a ultimísima hora”, para obligar al diálogo entre familias. “Buscamos trascender la bronca, ir a los problemas de la gente”, añade un tercer dirigente. “Basta ya de ser borricos. No tiene perdón lo que nos hemos hecho entre todos”.
El recelo hacia la tercera vía procede en gran medida del PCE. Un dirigente valenciano critica los “cambalaches” y avisa de que su sector “no hará renuncias tácticas”. Otro conocido líder del partido se muestra aún más duro: “No tienen propuestas. Nunca las tuvieron. Son una maniobra oportunista que quiere amarrar el poder. ¿Nos quieren convencer de que no han estado años con Gaspar?”.
“Ahí está la diferencia. Nosotros sí buscamos aliados. Ellos, el PCE, no”, alega un hombre de la total confianza de Llamazares.
Sin muchos mirlos a la vista
La correlación de fuerzas que cuaje en la asamblea determinará el perfil del nuevo equipo directivo y de su máximo responsable. El punto de partida es configurar una cúpula “menos personalista” y “más plural” que las de Llamazares y Anguita. Tercera vía y gasparistas abogan por la necesidad de designar a un líder, que sea más “armonizador que coordinador”, un primus inter pares.
No lo ve así parte del PCE, que en un documento que dará a conocer hoy y al que ha tenido acceso Público, opta por una coordinación colegiada al menos un año. Pocos atisban la posibilidad de un mirlo blanco, de un ZP de IU. “Los experimentos, con gaseosa”, protesta un pecero. Los marrones, mejor para los bregados.
Y hay tres. Tres bloques aquilatados en las últimas semanas y que, salvo sorpresas, son los que se medirán en la asamblea del 15 y 16 de noviembre, la que ungirá al heredero de Gaspar Llamazares.
Aunque la discusión interna no sume decibelios, se hacen cuentas. Todavía imperfectas, balbuceantes casi, a falta de que el día 30 se cierren los censos que las federaciones deberán enviar, ya depurados, a la comisión unitaria encargada de organizar el cónclave.
Entre un 15 y un 20% de los 800 delegados contará con la llave del poder. Son la bisagra necesaria. Nacieron para eso.
Cadena de manifiestos
El reagrupamiento de las distintas familias de IU después de la ruina del 9-M se aceleró tras la entrada en tromba de Julio Anguita. Su devastador análisis de la caída de la federación –“IU ha muerto”– apretó las filas del PCE y de sus federaciones fieles (Valencia y Andalucía) y aceleró la redacción de otros dos manifiestos.
De un lado, el de los nítidos gasparistas . Y de otro, el que ha sumado a los cargos menos ortodoxos de la ejecutiva, a la mayoría dirigente de Madrid, Aragón y Catalunya, y a la corriente trotskista Redes.
Ésta es la llamada tercera vía , el eje de la Nacional-II. La bisagra. Si los llamazaristas aglutinan a un 40-45% de IU, y el PCE a un porcentaje similar o algo inferior, el tercer sector, con Joan Josep Nuet y Ángel Pérez como cabezas visibles, se come ese 15-20%. Sólo con ellos será posible conformar una nueva mayoría estable, con un apoyo superior al 50% raspado de siempre.
¿Hacia dónde basculará la tercera vía? ¿Hacia los gasparistas o los peceros? “Ni con unos ni con otros”, señala uno de los promotores. “Queremos la paz interna, y nos negamos a hacer pinza de dos bandos contra uno. Somos la garantía de que no se repetirá la hostilidad bilateral, porque los gasparistas se cohesionan en la medida en que existe el PCE. Y a la inversa”. Otro líder del nuevo centro de IU prevé la convergencia, pero sólo “al final, a ultimísima hora”, para obligar al diálogo entre familias. “Buscamos trascender la bronca, ir a los problemas de la gente”, añade un tercer dirigente. “Basta ya de ser borricos. No tiene perdón lo que nos hemos hecho entre todos”.
El recelo hacia la tercera vía procede en gran medida del PCE. Un dirigente valenciano critica los “cambalaches” y avisa de que su sector “no hará renuncias tácticas”. Otro conocido líder del partido se muestra aún más duro: “No tienen propuestas. Nunca las tuvieron. Son una maniobra oportunista que quiere amarrar el poder. ¿Nos quieren convencer de que no han estado años con Gaspar?”.
“Ahí está la diferencia. Nosotros sí buscamos aliados. Ellos, el PCE, no”, alega un hombre de la total confianza de Llamazares.
Sin muchos mirlos a la vista
La correlación de fuerzas que cuaje en la asamblea determinará el perfil del nuevo equipo directivo y de su máximo responsable. El punto de partida es configurar una cúpula “menos personalista” y “más plural” que las de Llamazares y Anguita. Tercera vía y gasparistas abogan por la necesidad de designar a un líder, que sea más “armonizador que coordinador”, un primus inter pares.
No lo ve así parte del PCE, que en un documento que dará a conocer hoy y al que ha tenido acceso Público, opta por una coordinación colegiada al menos un año. Pocos atisban la posibilidad de un mirlo blanco, de un ZP de IU. “Los experimentos, con gaseosa”, protesta un pecero. Los marrones, mejor para los bregados.
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TRES CANTERAS DE LAS QUE EXTRAER AL NUEVO COORDINADOR
Los 'gasparistas'
Posibles candidatos // Una amplia nómina, aunque no todos concitan el mismo grado de consenso: Montse Muñoz, Javier Alcázar, Concha Caballero o Inés Sabanés. Los mejor posicionados son Eberhard Grosske y Félix Taberna. Y nadie descarta que la alcaldesa Rosa Aguilar pueda decidirse a última hora.
Qué quieren // Una “IU abierta”, autónoma, que se amplíe a otros grupos y en la que el PCE duro no controle la política. Abogan por superar ya la “relación de amor-odio” con el PSOE.
La 'tercera vía'
Posibles candidatos // Su posición neutral podría abrirles el camino del liderazgo. Suenan los nombres de los catalanes Jordi Miralles y Joan Josep Nuet, coordinador éste de la comisión unitaria. Ángel Pérez, portavoz de IU en el Ayuntamiento de Madrid, genera más controversia.
Qué quieren // Nacieron para evitar “el choque de trenes” entre los dos bloques. Recogen elementos del gasparismo al tiempo que contemporizan con el ala más ‘blanda’ del PCE. Piden más democracia interna en IU.
Los críticos
Posibles candidatos // Difícil hacer apuestas, sobre todo porque la guardia joven del PCE (comandada por Enrique de Santiago) busca una ejecutiva colegiada. Algunos gasparistas no ven a De Santiago como mala opción “si modula” su postura. Otros alzan los nombres de Marga Sanz o de Willy Meyer.
Qué quieren // Hay diferencias. Hasta una parte “minoritaria” del PCE prefiere salirse de IU. En su documento mezclan la propuesta de Anguita y la base programática de Sanz.
Posibles candidatos // Una amplia nómina, aunque no todos concitan el mismo grado de consenso: Montse Muñoz, Javier Alcázar, Concha Caballero o Inés Sabanés. Los mejor posicionados son Eberhard Grosske y Félix Taberna. Y nadie descarta que la alcaldesa Rosa Aguilar pueda decidirse a última hora.
Qué quieren // Una “IU abierta”, autónoma, que se amplíe a otros grupos y en la que el PCE duro no controle la política. Abogan por superar ya la “relación de amor-odio” con el PSOE.
La 'tercera vía'
Posibles candidatos // Su posición neutral podría abrirles el camino del liderazgo. Suenan los nombres de los catalanes Jordi Miralles y Joan Josep Nuet, coordinador éste de la comisión unitaria. Ángel Pérez, portavoz de IU en el Ayuntamiento de Madrid, genera más controversia.
Qué quieren // Nacieron para evitar “el choque de trenes” entre los dos bloques. Recogen elementos del gasparismo al tiempo que contemporizan con el ala más ‘blanda’ del PCE. Piden más democracia interna en IU.
Los críticos
Posibles candidatos // Difícil hacer apuestas, sobre todo porque la guardia joven del PCE (comandada por Enrique de Santiago) busca una ejecutiva colegiada. Algunos gasparistas no ven a De Santiago como mala opción “si modula” su postura. Otros alzan los nombres de Marga Sanz o de Willy Meyer.
Qué quieren // Hay diferencias. Hasta una parte “minoritaria” del PCE prefiere salirse de IU. En su documento mezclan la propuesta de Anguita y la base programática de Sanz.
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