Colocamos dos párrafos del artículo que publica hoy Hugo Martinez Abarca en su blog III República.es de Tercera Información.
Ayer hubo un importante artículo en Público que permitía hacerse una idea a quien mire de lejos lo que sucede en IU, pero sobre todo de lo que parece que sucede. Se decía que los barones (Ángel Pérez y Joan Josep Nuet) tendrán una llave en la IX Asamblea asumiendo ya porcentajes de delegados: los gasparistas obtendrían un 45%, los barones un 15% y los críticos un 40%. Pues ya está, qué bien: para qué discutir, para qué cerrar (¿y limpiar?) censos, para qué votar delegaciones en septiembre… El artículo refleja, con la lógica simplificación del periodismo, una foto fija razonablemente cercana a lo que puede observar quien mira lo que sucede, pero una foto fija que es la foto de la vieja Izquierda Unida, en la que ni el debate, ni la política, ni las bases pintan nada.
Si la situación es la que refleja el artículo y se mantiene así, tendremos la Izquierda Unida vieja con nuevas direcciones. Si somos incapaces de generar nuevas dinámicas será imposible alcanzar nuevos carriles para que avance IU. Sólo una novedad positivísima encabeza el artículo y es real: “Discutimos, ¡vaya si discutimos!, pero por ahora el debate hasta la IX Asamblea Federal discurre por cauces civilizados”. Y por cierto, creo que esa discusión civilizada es hija de los mil manifiestos tan denostados: incluido el brillante manifiesto aparecido ayer. Pero el debate civilizado es el que se centra en política y en encontrar soluciones para que reflote esta izquierda alternativa: conseguir el favor de la doncella que lleva en su bolso tal o cual porcentaje de votos no es debate civilizado, sino mercadeo. Y el mercadeo, para quien defienda el mercado (que hay quien lo defiende).
Leer aquí el artículo completo
Ayer hubo un importante artículo en Público que permitía hacerse una idea a quien mire de lejos lo que sucede en IU, pero sobre todo de lo que parece que sucede. Se decía que los barones (Ángel Pérez y Joan Josep Nuet) tendrán una llave en la IX Asamblea asumiendo ya porcentajes de delegados: los gasparistas obtendrían un 45%, los barones un 15% y los críticos un 40%. Pues ya está, qué bien: para qué discutir, para qué cerrar (¿y limpiar?) censos, para qué votar delegaciones en septiembre… El artículo refleja, con la lógica simplificación del periodismo, una foto fija razonablemente cercana a lo que puede observar quien mira lo que sucede, pero una foto fija que es la foto de la vieja Izquierda Unida, en la que ni el debate, ni la política, ni las bases pintan nada.
Si la situación es la que refleja el artículo y se mantiene así, tendremos la Izquierda Unida vieja con nuevas direcciones. Si somos incapaces de generar nuevas dinámicas será imposible alcanzar nuevos carriles para que avance IU. Sólo una novedad positivísima encabeza el artículo y es real: “Discutimos, ¡vaya si discutimos!, pero por ahora el debate hasta la IX Asamblea Federal discurre por cauces civilizados”. Y por cierto, creo que esa discusión civilizada es hija de los mil manifiestos tan denostados: incluido el brillante manifiesto aparecido ayer. Pero el debate civilizado es el que se centra en política y en encontrar soluciones para que reflote esta izquierda alternativa: conseguir el favor de la doncella que lleva en su bolso tal o cual porcentaje de votos no es debate civilizado, sino mercadeo. Y el mercadeo, para quien defienda el mercado (que hay quien lo defiende).
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