Gaspar Llamazares mantiene que si hay alguna causa de su derrumbe electoral, ésta reside en el bipartidismo PSOE-PP y no en su gestión, aunque reconoce que no se ha sabido manejar "la diversidad" política de una organización que, pese a todo, "saldrá relanzada" antes de fin de año.
Igualmente ha dejado claro que Izquierda Unida intensificará su oposición a las medidas económicas del Gobierno, para lo que orquestará una serie de movilizaciones sociales y una estrategia de presión desde los ayuntamientos con el fin de exigir el cumplimiento de un nuevo modelo de financiación local.
La oposición al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero hay que deslindarla de la situación interna de IU, que se enfrenta a una etapa decisiva para su supervivencia debido a la celebración a mediados de noviembre de su IX Asamblea Federal.
Llamazares, que no se presentará a la reelección como coordinador general, se muestra optimista sobre el desenlace de dicha Asamblea, ya que culminará en el "relanzamiento" de IU.
A su juicio, "habrá una recomposición interna", toda vez que el coordinador general será otro -"hay mucho banquillo y varios pueden serlo", apostilla-, y con él, llegarán "otra mayoría" en IU y "otras ideas".
En definitiva, Llamazares aboga por una "apertura" de la federación porque su diversidad, en lo que a tendencias políticas se refiere, es pequeña en comparación con las "pluralidades" de izquierda de la sociedad española, así que su acoplamiento a la estructura de IU es esencial para sobrevivir.Y todo ello desde la unidad. "Nos debe unir un plan de movilización de la sociedad española para salir de la crisis desde la izquierda".
La presión al Gobierno para que proteja a los trabajadores y cambie el modelo económico en un contexto como el actual será el eje de la actuación de IU, que ya tiene previsto convocar sendas manifestaciones el próximo día 14, contra la directiva europea de retorno de inmigrantes, y el 7 de octubre, para protestar por la normativa laboral de la UE de 65 horas semanales.
Llamazares opina que el Gobierno "no ha reconocido todavía la dimensión española de la crisis", porque las medidas aprobadas "no se corresponden con la gravedad" de la situación.
Según señala el líder de IU, la comparecencia de Zapatero el miércoles próximo en el Congreso para hablar de economía, especialmente de desempleo, era inevitable, hasta tal extremo que si él no la hubiera solicitado, los grupos parlamentarios le hubieran obligado a hacerlo, como ya ocurrió en junio.
Las Cortes y la calle serán los escenarios por los que se moverá IU en los próximos meses; en el primero seguirá Llamazares pese a no ser coordinador general, algo que no ve contradictorio, y en el segundo, la federación intentará recuperar su influencia en la sociedad.
En este último terreno es en donde durante los últimos años se ha debilitado Izquierda Unida.
"Es ahí -explica- donde quizá ha disminuido la vinculación entre nuestra propuesta política y los problemas de la calle; durante la legislatura anterior no fue fácil unir ambas cosas. Además, tuvimos deficiencias en la unidad interna y dificultades para gestionar nuestra diversidad".
Sin embargo, puntualiza que la merma electoral, al menos en lo que se refiere a la representación parlamentaria de IU, ya que el número de votantes se ha reducido poco, no obedece tanto a "culpas" de la dirección de la federación, que no obstante hay que mejorar, como a un sistema "cada vez más bipartidista".
Llamazares, con todo, ve a IU más cerca de la recuperación que del hundimiento. "Hay hueco para la izquierda alternativa y transformadora; hay un espacio amplio que no representa el PSOE por mucho que se maquille el Gobierno y por mucho que se maquille Zapatero".
Sin salir de ese espacio, Izquierda Unida hará hincapié en exigir al Gobierno la reforma de la financiación municipal en paralelo a la autonómica.
Fuentes: Agencias y Soitu
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