jueves, 14 de enero de 2010

Haití: Dios aprieta pero no suelta

Como dice el refrán de un amigo mío "Dios aprieta, pero no suelta". Entre Dios y el hombre hemos conseguido enterrar al pueblo haitiano, de manera definitiva, en el vertedero de la historia, como ya hemos hecho con el 80 por ciento del continente africano. Y es que estamos adelantando una barbaridad...
Me gusta, especialmente, el artículo de Maruja Torres, que empieza así:
"Una nueva cabronada de la Naturaleza -con mayúscula siempre, cuando mata, como si nombráramos a la majestuosa Parca- ha dejado un país devastado y a una comunidad internacional que se vuelca para enviarle ayuda. Devastar y volcarse son dos verbos en trance de devaluación, a causa del uso y abuso. Pues no sólo la madre tierra se sacude de vez en cuando para machacar a los más parias entre sus ocupantes. El primer mundo también ayuda, con sus invasiones, sus expolios, su echar una mano a los gobiernos corruptos y su necio y nulo entendimiento de las realidades locales. El mapamundi está nimbado de chinchetas que señalan los vertederos de la historia creados por la mano humana, y los esparadrapos que la misma mano ha permitido aplicar, en vano intento de contener la hemorragia".
Aquí van algunos datos sobre un país que se llamaba Haití:
En 2004, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una nueva invasión de Haití. Desde entonces, 7.031 "cascos azules" y 2.034 policías, apoyados por 488 funcionarios internacionales, controlan el país. Las tropas ocupantes de la "Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah) son comandadas por los generales de Lula, y están compuestas principalmente por Brasil, Uruguay, Chile, Argentina, Bolivia, Ecuador, Perú y Guatemala, entre otros. Brasil y Uruguay son los que tienen el mayor contingente de soldados.

El jefe de policía haitiano es un africano: Mamadou Moutanga Diallo, de la República de Guinea.

Cinco años después de la invasión, el pueblo haitiano sigue en la miseria más espantosa. La "intervención humanitaria" de la ONU solo ha traido más "estabilidad" para las empresas multinacionales que instalan fábricas maquiladoras en las zonas francas y explotan los recursos naturales. Para el pueblo pobre y trabajador ninguna mejora. La salud y la educación derruídas. La infraestructura civil colapsada. Cuando el pueblo protesta (lo que ocurre regularmente), le va peor: es brutalmente reprimido por los "cascos azules". Las organizaciones populares y humanitarias hablan de centenares de muertos, heridos y encarcelados.
Cuando las espeluznantes imágenes del terremoto empezaban a difundirse, "Resumen Latinoamericano" informaba de un nuevo asesinato político. Al salir de la Universidad, fue acribillado el escritor Jn. Anil Louis-Juste, autor de numerosas denuncias sobre la ocupación de la Minustah y defensor de la autodeterminación del pueblo haitiano.
En medio de toda la tragedia, CNN en español destacaba, por fin, una "noticia alentadora": el gobierno Obama decidió la "suspensión temporal" de la deportación de "inmigrantes ilegales" haitianos.

Radiografía desoladora

- Haití tiene algo más de 9 millones de habitantes.
- Más de la mitad de la población es rural. El 95% son negros, y el resto, mulatos y blancos.
- Las lenguas oficiales son el francés y el creole. Casi la mitad de la población de más de 15 años (el 47,1%) es analfabeta.
- El PBI nominal anual ronda los 7.000 millones de dólares. Corregido por lo que se denomina "paridad de poder adquisitivo", el PBI anual per cápita es el más bajo de América Latina (el siguiente es Nicaragua), y sólo supera a países de Africa y a Nepal.
- Las remesas (enviadas por haitianos residentes en el exterior, mayoritariamente en Nueva York y Miami), representan el 40% del PBI.
- Haití es uno de los países con peor distribución del ingreso en todo el mundo. El 10% más pobre sólo recibe el 0,7%, mientras que el 10% más rico se lleva el 47,7%.
- El 80% de la población sobrevive por debajo de la línea de pobreza. Con un "ingreso" de menos de un dólar diario.
- Casi el 75% de las casas (de madera y lata) no tienen saneamiento.
- Menos del 40% de la población tiene acceso al agua potable.
- No existe servicio de recolección de basura.
- El 80% de la población está desempleada. El salario promedio no supera los 50 dólares mensuales.
-La tasa de mortalidad infantil es del 59,7 por mil nacidos vivos, la más alta de América y sólo superada por países africanos y algunos asiáticos.
- Sólo el 24% de los partos son atendidos por personal médico calificado.
- La expectativa de vida cayó de 52,6 años (2002), para 49,1 años (2005) . Es la más baja de América Latina y sólo superior a algunos países de Africa, Bangladesh, Laos y Afganistán. - Con aproximadamente 120.000 infectados de VIH (el 2,2% de la población), es uno de los países con más problemas por el Sida.
- El país cuenta con apenas 108.000 líneas de telefonía fija.
Fuente: Correspondencia de prensa, agenda radical

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