El próximo gobierno del Paraguay, que encabezará el obispo católico Fernando Lugo, tendrá un programa de izquierda moderada, en la línea de los que ejecutan los presidentes de Chile, Michelle Bachelet; de Uruguay, Tabaré Vázquez, o Brasil, Luiz Inacio Lula Da Silva, dijo ayer quien será vicepresidente de la nueva administración, Federico Franco.
El dirigente, que pertenece al Partido Liberal Radical Auténtico, el mayor de los que apoyaron la candidatura del independiente de izquierda Lugo, habló ayer con el diario chileno El Mercurio y señaló: "Queremos aprender mucho de esos gobiernos, queremos salir y conocer más de ellos, sobre todo de Chile, que ha hecho muy bien las cosas".
Desde el exterior de Sudamérica, y de algunos sectores internos, se busca diferenciar a esos gobiernos de centroizquierda con otros, en especial de la Venezuela del presidente Hugo Chávez, a los que despectivamente le llaman "populistas".
Franco dijo que "en este mundo globalizado, Paraguay tiene que tener vínculos comerciales con todos los países y Venezuela no será la excepción. Así, por ejemplo, si podemos abaratar el costo de importación de petróleo con el crudo venezolano, bienvenido sea".Según el diario El Mercurio, Franco aseguró que "Paraguay estará más cerca de Chile que de Chávez".
Franco indicó que "la gente, los paraguayos, deben estar tranquilos, porque aquí no habrá espacio para el populismo".
Lugo ganó el domingo último con 41% de los votos y 10 de ventaja sobre el Partido Colorado, que gobernó Paraguay por más de seis décadas. El PLRA de Franco fue por muchos años la principal oposición, pero ahora aceptó acompañar a Lugo, junto con otras fuerzas sociales de izquierda y centro, en la Alianza Patriótica para el Cambio, para poder romper esa hegemonía colorada.Si bien lo lograron, no consiguieron la mayoría parlamentaria. Por eso, el viernes Lugo ofreció al ex militar Lino Oviedo, quien salió tercero en el comicio, dirigir el Parlamento.
El vicepresidente le dijo a El Mercurio que ya está en avanzadas conversaciones con la Unión Nacional de Ciudadanos ticos (UNACE), de Oviedo; Patria Querida, del empresario Pedro Fadul, y con Vanguardia Colorada, un sector del Partido Colorado, para consensuar acuerdos que permitan avanzar en las reformas que quieren llevar a cabo y ofrezcan un escenario de gobernabilidad en un país que, pese al dominio colorado, ha tenido muchas crisis políticas desde la caída de la dictadura de Alfredo Stroessner ocurrida hace 19 años.
En ese contexto, el futuro vicepresidente consideró que "el panorama se ve muy alentador, porque en estos primeros contactos políticos hemos visto en los diferentes partidos el deseo de trabajar por el bien de Paraguay". Franco dijo que las relaciones con Venezuela serán similares a las que sostenga con cualquier otro país del continente y que, en ningún caso y bajo ninguna circunstancia, se aceptarán intromisiones en la política interna paraguaya de ningún Estado extranjero.
Agregó que su Partido Liberal siempre ha apoyado la libertad de prensa, el libre mercado, el respeto a los derechos humanos, la libertad política y el respeto a la Constitución y la propiedad privada. "Aquí en Paraguay habrá seguridad para los inversionistas y la propiedad privada", sostuvo. "Paraguay no está preparado ni va a aceptar la llegada de una izquierda extrema", añadió. En tanto, Lugo dijo estar "reflexionando" sobre su futuro gabinete y en particular sobre un catastro nacional de propiedades rurales. Se investigarán los últimos 25 años, dijo, para ver "cuánto terreno fue entregado en forma irregular a jefes militares que colaboraron con Stroessner".
Fuente: diario Clarín, a través de la lista de correos de Ernesto Herrera
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