Albert Escofet
Ahora se abre una nueva etapa, en la que el PSUC se plantea crecer e impulsar una ofensiva política en nuestra apuesta por el Polo Alternativo y la acción política del Partido, como instrumento de transformación social.
Cuando nosotros hablamos de impulsar el Polo Alternativo significa impulsar un espacio de confluencia de todas las fuerzas sociales y políticas anticapitalistas con voluntad e incidencia hacia un cambio de modelo político, económico y cultural alternativo y antagonista al sistema actual. Se trata de impulsar un espacio en el que quepan las mejores tradiciones de cambio social y de lucha del pasado y del presente. Sabemos que es un enorme reto y que las fuerzas son pocas. Pero se trata de un reto que enlaza con el espíritu de los revolucionarios de siempre y especialmente de la tradición marxista y de la cultura del PSUC.
A la crisis de los partido de la izquierda política no podemos responder cediendo este espacio a una seudoizquierda que acepta el sistema; una izquierda que mantiene un discurso teórico progresista, pero una practica política y social que deja en manos de los poderosos la gestión de la actividad económica y abandona a los trabajadores y trabajadoras a soportar pérdidas permanentes de su poder adquisitivo y en sus conquistas sociales en el campo de la educación, sanidad y pensiones.
Frente a todo ello, apostamos por una salida que impulse un frente común que actualice las propuestas de transformación social anticapitalista y que, más allá de las siglas, recupere las mejores ideas y propuestas del comunismo marxista (de Lenin a Rosa Luxemburg, de Gramsci a Mariategui, incluido el troskismo, los marxismos asiáticos de base campesina, los procesos de liberación de base guevarista…), del comunismo libertario, del ecologismo planteado en la línea de Manuel Sacristán, no como una etiqueta para evitar la confrontación con los poderosos, sino como esencial de la lucha de clases.
Unas propuestas que cada día están más presentes, no sólo en el movimiento obrero tradicional, sino también en las prácticas de las luchas de los movimientos sociales o de los colectivos revolucionarios de inspiración cristiana. Fortaleciendo las alternativas. Impulsando movilizaciones, redes, marcos unitarios del conflicto social.
Polo Alternativo supone poner el acento en el enfoque unitario. Hoy ningún Partido, ningún sindicato, ningún movimiento social, ninguna ideología puede pretender protagonizar en solitario este cambio, El Polo Alternativo sólo puede ser el resultado de un amplio consenso, de confianza y de complicidad de base; de compartir una cultura común fundamentada, por encima de todo, en una nueva manera de entender la práctica política: aquella que actúa con coherencia con su propio discurso, que lucha consecuentemente por aplicar los programas que defiende, que no da la espalda a aquellos que le han apoyado.
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