viernes, 13 de marzo de 2009

Quintín Cabrera me enseñó que los Reyes son los padres

Creo que la primera vez que le ví fue en la antigua Sala Villarroel de Barcelona, junto a Ovidi Montllor. Pero no estoy seguro. Acudí a verle muchas veces: en patios de institutos, en pasillos de universidad, en fiestas de barrio; en actos políticos, sindicales, estudiantiles y solidarios. En la calle y con el pueblo, siempre.
Se ha ido a beber mate a otra dimensión. Forma parte de mi memoria y resultaría imposible ver la película de mi juventud en Barcelona sin su voz y su presencia. Era todo color en una época vivida en blanco y negro. Siempre recordaré con emoción y cariño a Quintín Cabrera.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Siempre recordaremos su arte y su calor. ¡¡Hasta siempre compañero!!